0
Dos paraísos para los amantes de la naturaleza. El Rey León en vida real. Por un lado está el Ngorongoro, un cráter de lo que alguna vez fue un inmenso volcán; tan grande que en sus 20 kilómetros de diámetro se encuentra la mayor concentración de fauna salvaje de África, y donde se asienta un importante número de habitantes de la tribu Masai. Por el otro, el Serengeti, la imagen mítica de África, con kilométricas llanuras llenas de hervíboros y rincones con depredadores listos para saltar a alimentarse. Un verdadero espectáculo se vive al recorrer estos parques de naturaleza cruda y sin censura (como dirían en Animal Planet), dos parques dignos de todos los documentales que han sido grabados en ellos.
