Botsuana alberga un espectáculo natural y paisajístico inigualable, el delta del Okavango, un vergel único que contrasta con la llanura y aridez del resto del país. Es el mayor humedal del mundo, concerlo por tierra es difícil; pero por aire es otra cosa. Este río, en vez de desembocar en un océano (Botswana no tiene salida al mar) se desvanece en la arena del desierto del Kalahari. Lo llaman Jardín del Edén del corazón de África.